dijous, 30 de juliol del 2015

Cuando el miedo se complementa

Pasa a ser real


Hoy voy a hablar sobre el miedo, esta emoción que tanto nos puede limitar en nuestro desarrollo emocional. Está claro que toda emoción tiene su función a nivel biológico. Y a nivel muy básico la biología utiliza ciertas emociones para la supervivencia. El miedo en estos casos nos puede ayudar ante un peligro a evitarlo, huir o afrontarlo. Pero ahora bien, ¿qué es realmente un peligro? Es aquí donde juega la subjetividad, las creencias y experiencias de cada uno. Es justo aquí donde esta emoción nos puede limitar bastante. Ya que aparentemente en muchas ocasiones donde aparentemente no hay peligro, hay personas que viven grandes experiencias de miedo (ataques de ansiedad, miedo a hablar en público, miedo a lugares cerrados, miedo a la oscuridad, miedo a ser abandonado, a quedarse solo, a perder el trabajo, etc…

Por experiencia propia y por lo que he podido ir viendo a lo largo de los años, cada persona al llegar a este mundo, venimos con una serie de miedos patológicos, que a lo largo de la vida van apareciendo. Miedo patológico me refiero a reacciones de miedo ante una situación aparentemente normal y que la persona en cuestión a haya vivido anteriormente una experiencia similar estresante que pueda ser la causante de este miedo. Voy a poder varios ejemplos: Tener miedo al agua y nunca haber tenido una experiencia mala relacionada con el agua. Tener miedo en una relación a ser dejado, cuando anteriormente nunca haya ocurrido algo similar. Yo de pequeño cuando uno de mis padres se había marchado, me pasaba muchos ratos mirando por la ventana angustiado, y con miedo de que le hubiera pasado algo. Anteriormente que yo recuerde nunca habían tenido ningún accidente que hubiera creado esa angustia. Y yo me pregunto, ¿qué podría hacer que yo de pequeño estuviera sufriendo en vez de jugar tranquilamente disfrutando del momento hasta que llegaran mis padres?

Hay una serie de miedos, que sin causa aparente aparecen en nuestras mentes. Estos son los más limitantes, ya que no conocemos su causa y por lo tanto no sabemos como trascenderlos. El error ya sea por educación o creencias es que nos llegamos ha asociar tanto a esta forma de pensar, a estos miedos que se encuentran en nuestra mente que pensamos que somos así y que no podemos cambiar.

En esta área es donde quiero profundizar con los nuevos descubrimientos de la ciencia y relacionarlos exactamente aquí, con estos miedos patológicos. Les llamo miedos patológicos porque la causa no se encuentra en la vida contemporánea, es decir, des del nacimiento hasta la actualidad. Gracias a muchos científicos como Anne Schützenberger han descubierto una fuerte relación con estos miedos patológicos y nuestros antepasados. Una experiencia traumática que haya vivido un abuelo o tatarabuelo con el agua, puede influenciar directamente a un nieto o bisnieto aunque este ni haya conocido a su abuelo ni conozca su historia con el agua. Esta persona podrá vivir el agua de varias maneras, es posible que cree una fobia y no le guste el agua, o todo lo contrario, le atraiga tanto el agua que se vuelva profesional de la natación.

Todo juega un rol inconsciente, esta persona piensa que por naturaleza no le gusta el agua, o lo contrario le apasiona. Pero es inconsciente que estas emociones pueden venir de una experiencia que tuvo un abuelo.

Estas cosas tan sutiles pueden ocurrir en todas las áreas de nuestra vida, a nivel de pareja, una persona que ama la fidelidad y nunca le seria infiel a su esposa, podría ser que su abuelo fuera un Don Juan. Una persona muy ahorradora y cuidadosa con el dinero, podría ser que un abuelo lo hubiera perdido todo en el juego. Una persona que no bebe nada de alcohol, o le apasiona el alcohol y se vuelve sumiller, podría ser que un abuelo fuera alcohólico. Es como un ciclo que no se ha cerrado y se tiene que reparar.

Todo esto podría explicar la avaricia, el rencor, la desconfianza, el comer en exceso, el miedo a no llegar a final de mes, el miedo a la oscuridad, al campo, a los trabajos duros, miedo a ser robados. Todos estos sentimientos que nos limitan en nuestra vida día a día.

Si miramos atrás en nuestra historia y vemos todas las guerras que nuestros países han pasado, todas las penumbras, épocas de hambre, traiciones, robos, accidentes, enfermedades, etc.   

Es en toda nuestra historia donde se encuentra anclada nuestra infelicidad esperando algún día a ser perdonada.

He empezado con el título: Cuando el miedo se complementa pasa a ser real.

¿Qué quiero decir con esto?

Que el miedo primero aparece en nuestra mente, es entonces cuando nos asociamos a este miedo y le prestamos atención que nuestra vida va a materializar experiencias de este calibre (miedo al agua, viviremos un susto con el agua, miedo a ser robados, llegara un día que nos robaran, miedo a ser abandonados, encontraremos una pareja que nos acabara dejando). La vida es abundancia, y nos acaba trayendo lo que pedimos, si estamos pidiendo miedo nos traerá experiencias de miedo.

Es entonces, cuando llega la experiencia que el miedo se vuelve real, y es cuando decimos, ves tenía razón, el agua es muy peligrosa, el mundo es inseguro, o todas las mujeres/hombres son iguales, no se puede confiar en nadie.

No nos damos cuenta que nosotros mismos estamos creando nuestra realidad.

La toma de consciencia, el perdón y el amor por la vida es lo que nos acabara haciendo libres. 

dijous, 16 de juliol del 2015

¿Dejamos de ver al cerrar los ojos?

O pensamos que no vemos al ver algo diferente de lo que es para nosotros el ver


El otro día cuando escribí el titulo para esta entrada del blog estaba como de costumbre en mi habitación sentado frente al ordenador. Era un día soleado, me dio por cerrar los ojos y me quede observando. Podía ver un color anaranjado que iba cambiando de tonalidad al mover la cabeza hacia una dirección y otra. Me quede unos instantes pensativo y me dije, los ojos siguen viendo, en este caso vemos la piel del parpado, por eso con el reflejo del sol llegamos a ver un color anaranjado.

A efectos de la visión lo que me impacto un día fue ver el sobrino de mi mujer durmiendo y con los ojos medio abiertos. Le pregunte a mi mujer, ¿Es normal? Y me dijo que sí. Lo que me gusta de ella es la tranquilidad que me transmite cuando me da respuestas a mis inseguridades.  En este caso me lo dijo tan convencida que no pasaba nada que para mi cabeza lo integro rápidamente.  Entonces aquí nos encontramos con la paradoja que hay veces que teniendo los ojos cerrados podemos estar viendo y también lo contrario, teniendo los ojos abiertos no estar viendo (por ejemplo estar durmiendo).  La visión  es un mundo muy interesante. Y parece ser que está directamente relacionado con el consciente.

Por ejemplo en el caso de estar durmiendo con los ojos abiertos, al dormir, no somos conscientes por lo tanto, durante el rato de dormir lo que hayan podido ver los ojos no podremos recordarlo. No sé si lo habrán estudiado ya, pero sería interesante pasar por delante de esta persona una o dos personas conocidas y después preguntarle si alguien estuvo en la habitación.

Pero ahora quiero dar un paso más. Ahora estamos en estado de vigilia. ¿Qué ven los ojos? ¿Puede estar relacionado directamente con nuestro estado de consciencia en ese momento?

Por ejemplo se ha podido comprobar lo siguiente: Una mujer le dice a su marido que le traiga unas servilletas de la cocina, el marido va a la cocina y las busca, las busca y no las encuentra. La mujer le dice, si las servilletas azules. Entonces el marido vuelve a mirar sobre la mesa y sorpresa, las servilletas están allí delante de sus ojos. ¿Qué ha pasado aquí? Hasta ahora las servilletas en casa eran amarillas. El marido estaba buscando servilletas amarillas y su vista no le permitía ver las azules. ¿Qué locura verdad?

Entonces, según nuestro nivel de consciencia vamos a observar un mundo u otro. No solo a lo que conlleva a objetos como en este caso las servilletas sino también la actitud de las personas, la intención, la conducta, etc. Por eso una misma experiencia o unas mismas palabras de una persona, se pueden interpretar de mil maneras diferentes. Todo dependerá de la consciencia de la persona que observa el hecho.

Si somos capaces de reconocer nuestros filtros, que nos hacen ver el mundo que vemos, tendremos la capacidad para decidir de cambiarlos y así vivir de otra manera.

Para terminar quiero dedicar este último apartado a un amigo que hace unos días cerró los ojos por última vez.  Sé que tu visión no ha terminado, pero que con nuestro nivel de consciencia no podemos comprender ni ver allí donde estas. No te podemos volver a ver, pero a la vez sigues en todos nuestros corazones. Pido ver, ver la vida, la vida que sigue más allá de lo que nuestros ojos pueden ver.