Las dos caras de la MISMA moneda
Nuestra realidad la vemos proyectada en las demás personas, Pero todo lo que creamos también lleva impresa nuestra manera de ver el mundo. Por ejemplo en las películas, es casualidad que te gusten mucho las películas de amor, pero en cambio no te gustan nada las películas de acción o terror, o lo contrario, detestas las películas cursis de amor pero en cambio pasar una tarde con una gran película de acción es de lo más emocionante.
En las películas también se ve reflejado nuestro estado interno. Si uno quiere autoconocerse no es por falta de medios.
Hoy quiero introducir mi pequeña reflexión en 2 aspectos que están bastante de moda:
La destrucción de la tierra y la desaparición del ser humano. Se puede ver este contenido en gran número de películas que hay en el cine.
Haré referencia al miedo que el ser humano sea destruido o controlado por sistemas inteligentes (robots), o destruido por zombies, que seria lo contrario a inteligente pero como los opuestos se atraen no deja de ser el mismo miedo en origen.
Por una parte tenemos el miedo que seamos destruidos por nuestra propia creación de robots. Ahora bien, de donde puede proceder esta idea. Cada pensamiento e idea tiene un origen en nosotros aunque las hayamos proyectado fuera de nosotros.
Planeta tierra à ser humano à robots inteligentes (zombies)
La idea de ser destruidos por robots inteligentes es creada paralelamente al instante que el ser humano le viene a la cabeza que es capaz de destruir el planeta. Y la idea de los robots inteligentes es la misma idea pero proyectada hacia el exterior. Es la no aceptación de nuestras responsabilidades.
Otra idea del ser humano es ser controlados por las máquinas, bien, de donde puede proceder esta idea. Pues mi reflexión es que procede de la creencia que no sabemos como controlar nuestro cerebro, nuestros pensamientos y les tenemos miedo.
No deja de ser otra proyección externa de nuestro estado interno. ¿Es casualidad la aparición de estas ideas? O es verdad que paralelamente proceden de un pensamiento conciente o inconsciente que hemos hecho nosotros mismos.
Ahora bien, para que sirve hacer esta reflexión. Para empezar nos lleva a nosotros, nos muestra realmente como pensamos y cuales son nuestros miedos. Aplicando la ley de que solo se puede recibir lo que uno da, si realmente estamos dando miedo, la respuesta solo puede ser del mismo calibre. Es decir al pensar de esta manera, cada decisión que tomemos en nuestra vida estará sintonizada con el miedo y este estará presente en nuestras vidas. (Ley de la atracción como algunos autores nombran este fenómeno) Y aquí es donde se encuentra el cambio. Aplicando la ley del espejo la dualidad causa – efecto desaparece porque simultáneamente el efecto procede de la causa y la causa del efecto.
Pondré un ejemplo cuotidiano:
Un niño en la escuela es normalmente acusado por sus compañeros, siempre le hacen putadillas, se ríen de el y lo dejan en evidencia delante de otra gente.
Causa aparente: los compañeros no lo respetan, se ríen y lo dejan en evidencia
Efecto: El niño entristece y se desvaloriza
Bien aquí la causa es externa al niño acusado, ahora vamos a aplicar la ley del espejo por lo tanto vamos a buscar la causa en él mismo.
Causa: ¿En que no te respetas? ¿En que te ríes de ti mismo? ¿En que te dejas en evidencia?
Si no comprendemos la ley del espejo caemos en la trampa de decir, ostras pobre niño encima que se meten con el y le hacen la vida imposible encima le dices que es el mismo el que lo esta creando. Pues si, somos los únicos responsables de cualquier hecho que ocurra en nuestras vidas. Y certifico el ejemplo del niño porque era mi ejemplo.
En la adolescencia era un niño que no respetaba mis ideas, que no me gustaba mi físico y me criticaba a mi mismo.
Por duro que pueda parecer una de las ayudas que me hizo tomar conciencia de lo que ocurría fue las palabras de una profesora que estaba al corriente más o menos de lo que me pasaba. Un día me llamo y me dijo: mira he estado pensando y tu también eres responsable de lo que te esta ocurriendo:
Esto me dio que pensar. Si me dejo llevar por el ego podría pensar: encima que la gente se mete conmigo yo soy el responsable, pero de que va la profesora…. Y así augmentar un grado el conflicto personal. O reflexionar sobre mi responsabilidad y actuar en consecuencia.
Para sacar a alguien de su paradigma y del victimismo unas palabras como las de la profesora son de gran ayuda, aunque parezca lo contrario. Pero realmente nos lleva a nosotros mismos, que es donde tenemos que trabajar.
