divendres, 23 de gener del 2015

Caso 4F: Aprendiendo a cambiar. El sistema actual no funciona

Dolor y rabia, las dos caras de la moneda


Como muy bien se dice en el documental Ciutat Morta los sistemas fallan, y nadie quiere reconocerlo, porque implicaría tener que cambiar. ¿Qué implicaría cambiar? Tomar responsabilidades, dejar al lado los miedos, dejar de engañarnos y aceptar a los demás. ¿Quién tendría que cambiar? Uno mismo.

Un día antes de la retrasmisión del documental por el canal 33, recibí un correo donde informaba sobre este documental. Yo no conocía nada del caso 4F. Estuve viendo el tráiler y me dije que no iba a verlo. En fin el lunes ya lo había visto. Supongo que tendría que hacerlo.

Estamos en un sistema de dolor-rabia, de culpabilidad-responsabilidad, de miedo-inhibición. Un sistema que según el momento y las personas implicadas parece que perjudica a una parte, y exhibe a la otra, pero en realidad las 2 partes quedan perjudicadas. En el caso 4F encontramos 2 grupos a destacar, la policía y un grupo de jóvenes con apariencias anti sistema.  A rasgos generales estamos frente una dualidad, la policía que protege y vigila que un sistema se cumpla, y por otra parte jóvenes anti sistema,  donde la manera de definirlos ya implica una desavenencia. La mezcla de estos dos componentes normalmente comporta conflicto ya que parten de dos sistemas de ideales diferentes.  Que Dios me bendiga de juzgar cualquier de estos ideales. Hay que tener claro que cada uno defiende su postura y el conflicto entra cuando una quita libertad del otro, y no se acepta. Es curioso que a cierta minoría de gente que piensa diferente se les llame anti sistema. Todo el mundo tiene un sistema, de hacer, de pensar, de creer. Le llamamos sistema al conjunto de creencias que la mayoría de gente tiene en común y a estas se las intenta politizar para mantener un equilibrio. Este sistema, aunque sea el que la mayoría de gente cree, no quiere decir que sea el sistema ideal, además actualmente con la rebelión en general que hay en el mundo ya se ve que además es un sistema bastante pobre.

Esto conlleva a que cada vez aparezcan más tipos de sistema, con la intención de buscar una alternativa.

En definitiva a lo que quería ir, cuando existe una separación (es decir una identificación con un sistema de creencias concreto) estamos dando paso libre al conflicto. Nos identificamos con algo y claro, hay que protegerlo porque hay que piensan diferente. Ya sea a nivel de país (español, francés, alemán), a nivel de ideología (conservador, liberal, anarquista, comunista), a nivel de religión (cristiano, judío, musulmán, sexo (hombre, mujer), color de piel (blanco, negro, amarillo). Somos unos especialistas en clasificar, y nos olvidamos que nuestro origen es común.  

Una de las claves para el cambio de sistema es la disolución de un sistema dolor-rabia. Un sistema dolor-rabia, al vibrar en esta frecuencia, cada vez la va a aumentar pero sin salir del paradigma. Poniendo por ejemplo el caso 4F al producirse el conflicto aumento el nivel dolor-rabia del sistema, y lamentablemente ha ido creciendo y recogiendo hechos como la muerte de Patricia. En la línea del tiempo la frecuencia dolor-rabia va cambiando de forma, hay partes donde aparece el dolor, otras donde la rabia y se va complementando en las dos partes. Por eso hasta el momento ha sido perjudicial, para las dos bandas, para la policía y para los jóvenes acusados, familia y amigos.

¿Podéis ver el dolor existente en las dos partes?

¿Podéis ver la rabia existente en las dos partes?

Si nos identificamos con un sistema en concreto, no podremos ver la globalidad de la situación. La humildad nos dará la oportunidad de ver en las dos partes el dolor y la rabia. Y la oportunidad a trascender.

Un documental magnífico ha salido a la luz. Está en nuestras manos alimentar el dolor y la rabia que han dado lugar los hechos ocurridos, o poner nuestro granito de arena de aceptación, comprensión y humildad. Todos somos víctimas y acusadores de lo ocurrido.  Que cada uno tome su propia responsabilidad. Un sistema holístico, de ganar - ganar solo puede aparecer cuando se integran todas las partes, de lo contrario siempre estaremos en periodos de guerra y de paz aparente.

Un abrazo herman@s!

dimecres, 21 de gener del 2015

Nuestra función en la vida

Flexibilidad para encontrar el camino oportuno


Hace cosa de 2 meses nos mudamos a un nuevo piso. Des del día que entramos a día de hoy ha cambiado bastante, lo vamos moldeando a nuestro gusto. Pintamos con el color que nos agrada, cambiamos de sitio los muebles, tiramos los que no nos gustan, ponemos algunos de nuevos, cambiamos las luces, cortinas, etc. Al principio me sentía un poco forastero en mi propio hogar y poco a poco se ha ido caracterizando con nuestros propios rasgos de personalidad.

Al principio uno tiene mucha energía, limpia a fondo todo el piso, renueva las cosas viejas que no quiere y pone otras, pinta, decora, pone plantas. Uno se siente bien. Es todo muy bonito, como normalmente todo en la vida, una nueva relación, un nuevo trabajo, la práctica de un nuevo deporte, un nuevo móvil, etc. Ahora bien, ¿Cómo mantenernos con la ilusión? Como si lo que tenemos ahora no proviniera del ayer, darnos cuenta que lo que tenemos ahora es lo único y que cuidarlo es lo más importante. En fin hacer un cambio sin tener que llegar al extremo de perderlo para darnos cuenta del valor que tenia para nosotros.

Relacionando ahora con el piso, puedo observar como lentamente, hay unos patrones que aparecen en la rutina. Por ejemplo: llega un día que se funde una bombilla, uno piensa bueno ya la compraré, de momento aún queda una y aun me puedo ver. Hay rincones que se empiezan a acumular trastos viejos, sitios donde el polvo no se llega a limpiar nunca. Y sitios que requieren un cuidado especial como la cocina y el baño que si no se limpia a fondo y con regularidad muchos rincones aparecen moho y malos olores.

Este es un pequeño ejemplo con un piso, nuestra vivienda, pero se puede extrapolar perfectamente a un trabajo, una relación, una afición, y como no a nuestro propio propio cuerpo.

 ¿Cómo creéis que responde el cuerpo según la manera como lo tratamos? Nuestra mente está atada al cuerpo, el cuerpo responde a las todas las señales de esta. Ya sea la parte inconsciente o consiente, ambas tienen una gran influencia en la toma de decisiones que terminarán por hacer una cosa u otra con nuestro cuerpo. Si con nuestra manera de actuar día a día en un rincón de nuestra casa se acumula el polvo, ¿creéis que esto va ha ser diferente con nuestro cuerpo? Lo que quiero decir con esto es que según nuestra manera de pensar, nuestra estructura, tenderá a unas enfermedades u otras. Solo una estructura estable, integra tenderá a la salud.

Sobre la enfermedad hay mucho más de lo que podemos hacer, con lo que pensamos que podemos hacer.  Aquí es donde entra nuestra responsabilidad. Y es duro, normalmente no la queremos tomar.

Me maravilla la cultura oriental por su capacidad de encontrar un equilibrio cuerpo-mente. Hace muchos años que intentamos acercarnos aquí en el occidente a estos conocimientos a través de la práctica de técnicas como el yoga, el taichí, el qi gong, etc. No hay que olvidar que estas técnicas es una filosofía, y yo me hago la siguiente pregunta, ¿Las personas de oriente practican taichí porque tienen una estructura que les lleva a practicar el taichí? Aquí es la diferencia de practicar taichí porque estoy buscando algo, des de la necesidad. O des de la plenitud como pasa en oriente. Es ir a la paradoja de que fue primero el huevo o la gallina. Me intento explicar lo más claro que puedo, aunque no se si lo consigo mostrar claridad jejeje

Como decía antes con el ejemplo del piso, al principio parecía que todo funcionaba, si lo relaciono con el cuerpo, en la infancia, los niños tienen mucha vitalidad, energía. Al relacionarlo, encuentro que la solución es vivir el presente, otro de los pilares de la filosofía oriental.

Por ejemplo, al entrar en un piso todo es nuevo, nos proponemos a renovar, a construir. Estamos viviendo en el presente al igual que los niños, viven el presente y un claro ejemplo es cuando explicamos a un niño, la semana que viene iremos de excursión. Ellos no lo entienden, quieren ir ya.  Incluso a los adultos nos molesta la impaciencia de los niños. Luego ya nos encargaremos de sacarlos del presente.

Imaginaros vivir el presente. Ser adulto y continuar con la vitalidad y energía de un niño. Aquí es donde se encuentra la salud. La salud es vitalidad y energía. 

Intuyo que viviendo una vida plena, al final el cuerpo dejara de funcionar no porque se haya estropeado, sino porque habrá terminado su función aquí. Y ese instante solo se puede vivir en el presente, en el momento que nuestro cuerpo decide marcharse.  No lo podemos comprender antes de tiempo.

Por eso, ¿vale la pena preocuparse por la muerte?