dimecres, 21 d’octubre del 2015

Cuando el pasado deja de estar en conflicto con el presente

Entonces somos libres

Perdonar no es otra cosa que recordar únicamente los pensamientos amorosos que diste en el pasado, y aquellos que se te dieron a ti. Todo lo demás debe olvidarse. El perdón es una forma selectiva de recordar que no se basa en tu propia selección.  UCDM. Cap17.III.1.1-3

Dicen que el tiempo todo lo cura. ¿Pero es una cosa que depende del tiempo o depende realmente de nosotros mismos? ¿Hay que esperar sufriendo hasta que este se desvanezca? Cuando hay una herida abierta el tiempo se pone a la espera de la resolución de esta. Es aquí donde se nos repiten historias similares hasta que se perdona y se cierra la herida. Muchas veces no somos conscientes de ello, y no entendemos porque nos aparecen en la vida las mismas situaciones o el mismo tipo de personas una y otra vez. Muchas veces son situaciones muy dolorosas y no sabemos como salir de ellas. Nos superan emocionalmente y nos derrumban.  Por ejemplo: no sentirse comprendido por tu familia, pareja; no sentirte respetado por un amigo, jefe; Ser estafado por un compañero, un amigo; ser agredido por tu pareja, padres; ser humillado, etc. Cuando las situaciones se repiten, es una señal que hay algo en nosotros que está atrayendo este tipo de situaciones. Hay algo que tenemos que aprender al respecto. Y no es debido a la mala suerte.

El perdón es primordial, para poder integrar que el cambio esta en nosotros. Es decir cuando una situación nos molesta, siempre reflejamos culpa, y esta culpa es la que no nos va ha permitir aprender de la situación y encontrar la paz. Cuando reflejamos la culpa a alguien externo a nosotros, pensamos que el que tiene que cambiar es el otro. Y por lo tanto negamos que tiene que ver con nosotros, el malo de la película es el otro. Cuando la culpa la proyectamos hacia nosotros, nos castigamos, y nos identificamos con el problema. No somos capaces de encontrar escapatoria. Nos castigamos por lo ocurrido.

Cuando hacemos desaparecer la culpa a través del perdón. Las nubes que no nos dejaban pensar y sentir con claridad desaparecen y nos damos cuenta que el origen era una necesidad propia. Por ejemplo: necesidad de ser amado, comprendido, respetado, aceptado, etc.

La vida es un dar i recibir, y una serie de atracciones que parece que hemos olvidado. Hay una serie de polaridades que se atraen y las que acabaran formando una serie de relaciones donde el propósito de estas es el aprendizaje, la toma de consciencia. La toma de consciencia es la que producirá cambios en nuestra conducta y es entonces cuando se abrirán las puertas al cambio, la oportunidad de salir de un bucle anclado en el pasado que esta presente en nosotros todo el tiempo y que sin darnos cuenta lo arrastramos al futuro.

La toma de conciencia nos conecta con nuestro Ser, se puede ver una situación en su globalidad, fuera de victimismos, de venganzas y de dualidades entre bueno y malo. Es entonces, cuando se puede comprender el verdadero objetivo que tenia esta persona en nuestras vidas, y el porqué la estábamos atrayendo. La comprensión llevara al perdón.

Cuando esto ocurre es cuando empezamos a amar a nuestras relaciones incondicionalmente, esto quiere decir que empezamos a amarnos a nosotros mismos también incondicionalmente. Aquí es donde radica nuestra paz interior.

Comprendemos que la persona que en su momento nos hizo daño, no era más que un grito de socorro, una necesidad que no sabía como resolver,  una necesidad que nosotros también teníamos, y que gracias al otro, teníamos la oportunidad de aprender de nosotros mismos y de cambiar.

No olvidemos que nuestros grandes maestros son los que tenemos más cerca. 

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