dimarts, 11 de març del 2014

Integrar todo en la vida


Y seguro que se vuelve más digerible, como el pan


Es muy diferente de cómo se vive una situación si se integra sin llegar a juzgar que sea algo bueno o malo. Realmente es cuando se puede vivir la situación. ¿Por qué es así? A lo largo de nuestro aprendizaje y educación, empezamos cada vez más a razonar todo lo que nos ocurre. Nos quedamos mucho a nivel mental mientras el momento presente esta pasando. ¿Que quiero decir que nos quedamos a nivel mental? Bien a lo que me refiero es a la manera de catalogar todo con experiencias del pasado. Nuestra mente esta divagando continuamente en la memoria y trayendo unos resultados ya anteriormente obtenidos a nuestra conciencia. Esta manera de actuar no deja paso a la nueva experiencia y esta se ve directamente condicionada. Es un mecanismo biológico de defensa y protección de situaciones que nos pueden llegar a hacer daño. No son muchas las veces que hasta ahora he logrado vivir esta experiencia de integración, ahora bien, uno se da cuenta cuando realmente esta actuando de esta manera. Durante la experiencia uno siente que deja fluir sin esfuerzo lo que esta ocurriendo, no se preocupa por un resultado concreto. Al ocurrir hay una comprensión, una comprensión que nos brinda paz y que nos da lucidez en aceptar lo ocurrido.
Para mi, poder experimentar esto es realmente un paso evolutivo, donde me lleva a mi, y mi interacción con mi entorno. Me doy cuenta que tomar responsabilidad significa evitar todo juicio. Esto es un paso evolutivo, ¿Por qué? Ante una situación donde estaba predispuesto a padecer un estrés (ya que estos son los recuerdos que mi memoria e inconsciente tiene guardados) me doy cuenta que ese estrés es solo una opción. Al elegir vivir esta experiencia de una manera tranquila, la reacción obtenida (anteriormente esperada) cambia y emerge un nuevo mar de posibilidades. Este es el pensamiento cuántico, llevar la mente a este pensamiento es poderte conectar contigo y con tu entorno a la vez ya que todo es holográfico, por lo tanto la experiencia en su conjunto se ve modificada.

Esto no se puede entender con palabras, como la vida misma es solo experiencia, por lo tanto hay que vivirlo para sentir uno mismo que ocurre y como ocurre.
Lo que estoy relatando ahora son solo palabras, las palabras que he encontrado para poder expresar algo que me ha ocurrido y como lo he vivido. Las palabras serán entendedoras o menos entendedoras, con fallos en la expresión y posiblemente con faltas ortográficas, ahora bien, en los mensajes, no importa realmente las palabras, sino lo que se quiere transmitir.
El nivel de experiencia puede ser tan elevado, que si uno hace algo sin esperar un resultado concreto, los resultados son fantásticos. ¿Por qué? Porque uno actúa sin pensar en prejuicios ni miedos. Esto es precisamente lo que nos mantiene en un bucle cerrado y no nos brinda el paso a la evolución en el sentido de esa experiencia.

Voy a poner un caso:

Ser competitivo, parece que es una ley de la naturaleza que se ha transmitido de generaciones en generaciones, el más rápido, el más fuerte, el más astuto, es el que obtendrá mayor comida, el que dejara descendencia, etc, etc… Nuestros genes siguen impregnados con estos programas.
Personalmente hay situaciones donde soy bastante competitivo y esto me ha llevado a muchos malos entendidos. Por ejemplo con mi pareja, una vez trabajando en uno de estos trabajos rutinarios tipo cadena de montaje estábamos de lado haciendo lo mismo. Cuando llevábamos unas cuantas horas y al notarse el cansancio mi pareja hacia más que yo e iba bastante rápido. Inconscientemente me sentía mal, esta sensación de competencia ilógica que hacia variar mi estado de humor y estaba más irritable. Era un bucle donde a parte de estar cansado y querer “hacerlo mejor” me agobiaba cada vez más. Este es un ejemplo del dialogo interno donde nos aleja de la situación del momento. Era una situación donde me hacia sentir mal, mal por estar “cabreado” con la persona que más comparto y encima por algo aparentemente ilógico. Incluso me percepción del momento era que ella iba más deprisa porque también quería ser la primera y estar por encima de mi.
Bien todo esto que reflejaba en mi pareja era mi poca aceptación hacia mi mismo, no me permitía quedar en “segundo” lugar, mi espíritu de competitividad lo veía reflejado en ella pensando que ella también luchaba por obtener el “primer puesto”.
Bien todo era una ilusión, aparentemente real a mi parecer pero totalmente irreal en su conjunto.
Más tarde le pude expresar a mi pareja lo ocurrido y lo que había sentido, por esas razones había estado como receptivo y comunicativo. Ella de manera “complementaria” tenia el impulso de ir cada vez más rápida porque quería ayudarme, quería que termináramos más pronto para así que yo pudiera descansar. Ella veía en mi esta carencia y petición de ayuda y la llevo a actuar de una manera, yo de lo contrario lo había recibido como un “ataque”.
Es maravilloso darse cuenta como fluimos y fluye nuestro entorno cuando solo hay aceptación.

Esta aceptación siempre esta, es eterna, es el vibrar natural del universo, del sistema solar, de la tierra, de la naturaleza, ¿Y por que no de nosotros mismos? ¿Somos algo tan especial que estamos a parte de todo lo que nos rodea?    

Cuando catalogamos a las cosas por un “nombre” no nos damos la oportunidad de verlo diferente.
Es que tenemos un jefe que es un egoísta, una pareja que solo piensa en ella, un amigo que lo sabe todo, un padre que no se preocupa por nosotros, etc… a parte que habría que aplicarse la ley del espejo a uno mismo y buscarse como actuamos nosotros con respecto a lo que nos molesta de las otras personas al etiquetarlas y “creer” en ello, nuestra mirada va a poner unos filtros que van a reafirmar lo que estamos diciendo.

Date la oportunidad de quitar esa etiqueta y abrirse al cambio.

Para acabar voy a poner un ejemplo que me ocurrió no hace mucho. A mi des de siempre ir a misa me ha cansado, recuerdo que cuando era pequeño mis padres me hacían ir algún domingo a misa y me aburría bastante, no entendía nada de lo que decían. Hace poco tiempo fui a Montserrat a misa y me dio por escuchar sin pretender juzgar si lo que iban a decir seria algo interesante o no. Bueno pues tengo que decir que el cura empezó a hablar sobre aspectos de la actualidad, de la vida, de las relaciones que sentía que compartía profundamente.
¿Fue casualidad que el cura ese día no diera una misa convencional aburrida, no?

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada