“Creer” sin vivir la experiencia
El sábado estando en la cama me di cuenta de la importancia de expresar en este blog la parte emocional y las experiencias vividas por mi en el trabajo con las creencias.
El título de hoy es la falsa iluminación. Bien, yo llevo mucho tiempo leyendo libros sobre autoayuda, crecimiento personal, metafísica, haciendo cursos y uno lo coge como una rutina, al final es: voy a leer este libro o hacer este curso porque me hace sentir bien, es como pillar la rutina de tomarte paracetamol para el dolor de cabeza y esperar a la próxima para tomarte otro, sin ir más allá, no deja de ser un parche para evitar buscar el origen del síntoma. Lo cierto es que al cabo de poco tiempo vuelvo a necesitar leer un libro, mirar algun video, etc.. Y aquí lo que me esta fallando es la práctica de estos mismos. Se busca un bienestar emocional en algo externo a nosotros (libros, cursos, personas…) pero hay que ser consciente que el bienestar emocional no existe en algo externo a nosotros, ni en los libros, ni cursos…estos solo se utilizan para adquirir el conocimiento, como bien dice bienestar emocional, esta sujeto a las emociones, nuestras emociones. Aquí es donde hay que actuar.
Me hago consciente de esto al ver la diferencia entre la realidad que mi cabeza se monta y la realidad de las experiencias vividas. Por ejemplo pensar que estoy bien y en paz, cuando de repente viene alguien u ocurre algo y se rompe esta paz. Bien para empezar el único que puede romper la paz (no estar en felicidad) es uno mismo, porqué solo depende de mi.
Y lo que vemos en los demás es un puro reflejo nuestro. La ley del espejo es la herramienta más poderosa para conocerse a uno mismo y empezar a responsabilizarnos de nuestros hechos.
Gracias a las personas que nos rodean, tenemos la posibilidad de conocernos a nosotros mismos y la posibilidad de cambiar. Cada persona con la que interactuamos en nuestro día a día son los mejores maestros que te puedes encontrar y como he mencionado anteriormente nada ocurre por casualidad, así que siempre consciente o inconscientemente estamos eligiendo nuestro entorno.
Lo que quiero hacer a partir de ahora es poner más ejemplos de hechos que han roto la “paz” y reflexionar sobre que me estan diciendo.
Como ya os he dicho, estoy escribiendo des de China. Y el aspecto que quiero comentar hoy es el gran malestar interior que me produce que la gente me trate como un niño, ahora tengo que explicar que es que te traten como un niño para mi porqué sino mi mensaje queda subjetivo a la perspectiva del propio lector.
Entonces hechos:
- Que me hagan comer aunque no tenga hambre.
- Que me hagan poner ropa de abrigo cuando no tengo frío.
- Que me hagan algo aunque haya dicho que no, lo hago yo.
Bien, que esta pasando aquí, pues que no respetan mi opinión, ¿no? Ok, ahora hay que hacer la inversión del espejo. En que no me respeto yo mismo mis opiniones.
Pues bien, al hacer cosas que no quiero hacer no me estoy respetando. Entonces, ¿como quiero que los demás respeten este aspecto? Si yo mismo no lo respeto.
Solo podemos recibir lo que uno da. Así que vamos a profundizar más en el tema.
Bien, yo también soy especialista en querer imponer a los demás mis ideas, así que es lo que me encuentro. Pero, ¿Por qué me molesta tanto? Porque este aspecto es una actitud que no reconozco en mi mismo, es decir que actuó así pero no me gusta, entonces al verlo reflejado en otras personas produce este malestar emocional.
La poca tolerancia personal a permitirme cometer errores
Aquí ya tengo por donde empezar a cambiar, respetarme y respectar los ideales de casa uno.
Lo gracioso es pensando en lo ocurrido me dí cuenta que al hacer poco que estoy en china, yo mismo tengo la sensación de ser como un niño, no poder-te comunicar con la gente, depender a la hora de desplazarte, a la hora de comer aprender a utilizar los palitos y el cambio cultural, algunas veces me siento incomprendido simplemente por la diferencia de creencias. Así que efectivamente no he dejado de ser un niño J
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